Desde el grupo de laicos oblatos hemos hecho una convocatoria a todos los jóvenes de nuestra parroquia por que los necesitamos, la Iglesia los necesita.
Es una preocupación continua que cada año nos hace preguntarnos que hacer para que lleguen a tener un encuentro con Cristo, y este año nos hemos puesto manos a la obra.
Si conoces a un joven, háblale de este encuentro, queremos escucharlos, queremos darles respuestas y opciones de vida cristiana.
Sabemos que es mucho más efectiva la invitación personalizada pero son tantos que no somos capaces de llegar a todos.
Ahora toca sembrar, quien sabe si en el desierto o en tierra fértil, pero eso lo dejamos en manos del Señor por eso te pedimos y necesitamos tu oración y la intercesión de María Inmaculada y San Eugenio de Mazenod que tanto le preocupaba la juventud.
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